lunes, 26 de abril de 2021

11 - El proceso de cada paso.

 Buenas


¿Cuántos golpes al cincel tuvo que darle Miguel Ángel para hacer el David?

El bloque se le entregó a Miguel Ángel cuando ya un par de escultores intentaron algo en el, pero acabó abandonado en una cantera al no lograr sus propósitos.

La escultura mide 5,17m de alto.

Y no solo el cuantos golpes de cincel, sino el golpe "justo" en cada momento.

Quebrar esa escultura por un golpe mal medido sería fatal.

Una vez escuché a una profesora de piano decir que había ciertas personas que se podrían obsesionar un poco en su búsqueda de la perfección en las prácticas. Noté que lo decía con cierto toque de menosprecio hacia esa postura.

Comprendo a la perfección que piense así, aunque me extraña un poco desde el punto de vista de una profesora.

Desde mi perspectiva, (que tiene un valor absoluto de cero), creo que debo ir a por el 100% sabiendo que me quedaré muy por debajo del 50%, porque si voy a por 75% puede que no llegue ni al 10%.

Cada golpe que Miguel Ángel le daba al mármol, aparte de cumplir su función lógica de desgastar la piedra para llegar donde el deseaba, quiero pensar que era una práctica en la forma de dar el golpe.

El ángulo del cincel, la intensidad del golpe, la capacidad de concentración en ese momento para darlo (cansancio u otras sensaciones emocionales), cantidad de luz que le permitiera hacer su trabajo, etc.

No creo que el pensara en las consecuencias físicas que le acarrearía ese trabajo, aunque al hacerlo las sufriera. Como cuando pintó la Capilla Sixtina. Pero puestos manos a la obra, había que hacerlo si o si, y además bien.

Dos años le llevó hacer el David. Tenía que hacerse bien, no tenía que hacerse rápido.

La confianza la da la práctica, y el resultado de la práctica hay que seguir practicándola, y aún así la seguridad total no existe porque existen los imprevistos. Esos en los que nunca hay que pensar antes de que lleguen. 😄

Pero creo firmemente que si uno hace lo que debe y practica buscando ese 100%, cuando llegue un imprevisto, seguro que se podrá afrontar muchísimo mejor que si se está dubitativo e inseguro.

Todo esto no dejan de ser pensamientos en voz alta y conversaciones conmigo mismo con el fin de tomarme en serio la parte más seria de lo que no deja de ser una afición.

Sé en que acabará todo si me relajo tanto que no atienda lo que de verdad es importante para disfrutar de esto que me está gustando muchísimo.

Desde un primer momento comenté que no iba a proponerme metas. Ni a corto ni a largo plazo, que me concentraría en el día a día y en las prácticas que fuera haciendo para realizarlas lo mejor posible.

Pues si que me pondré una meta.

Que mi base de solfeo sea la mejor que pueda lograr tener.

Sé que dicho así suena "¿escaso?" pero yo me entiendo jejejejeje.

Practicar, practicar y practicar. Por ahora no hay más.

Un saludo.


Y poco de música de esa que alegra el alma. Que nunca viene mal jejeje.





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