martes, 13 de abril de 2021

05 - Bien ¿Y ahora qué?

 Buenas.





Creo que con las cosas que comenté, uno ya se puede hacer una idea de que concretar un sistema de estudio siendo autodidacta es más complicado de los que pueda parecer.

No es imposible, de hecho muchísimas personas lo han hecho y lo están haciendo, pero requiere cierta actitud.

Me apetece filosofar (por no decir elucubrar jeje).

No puedo decir como en la película, "te has metido en el barro sin el calzado adecuado".

Medité mucho antes de tomar la decisión, incluso sabía que me estaba quedando algo escaso ante lo que se avecinaba, y por supuesto, no tenía ni pajolera idea de lo que se me vendría encima jejeje.

Cuando inicié esta aventura, cada paso que daba me abría, no puertas, mundos.

El universo de la música es infinito o al menos eso acaba pareciendo.
Te aprendes la escala musical o ya la traías aprendida, Do...Re...Mi...Fa...Sol...La...Si...Do.
Pero resulta que ahora, has de saberla al derecho y al revés Si...La...Sol...Fa...Mi...Re...Do.
Pero también has de saberla saltándote una nota, y dos y tres. Tienes que sabértela en todas las combinaciones posibles, y no bastando con esto el sabérselo de carrerilla no sirve, al leer una nota se tiene que saber inmediatamente todo lo que la rodea, pero individualizarla.
Comienzas utilizando muletas para aprender todo eso, pero las muletas hay que ir soltándolas.

Aquí no valen las excusas. Esto es uno, con uno mismo, y solo los resultados dirán como uno se esta tratando a si mismo. No hay donde esconderse.

Desde mi punto de vista meterse en un asunto así requiere mucha humildad, pero no la humildad sumisa que nos venden, no. La humildad que hace fuerte, esa en la que no se compite con nadie por nada. Esa que te saca lo positivo de todo porque te mantiene la mente abierta. Esa que es tan relajada que hace que todo vaya fluido. La humildad sensata que le confiere a uno una energía especial, donde todo se respeta, no hay que ir dando una imagen, y se vive tranquilo y feliz. Donde los inconvenientes se afrontan de frente y sin miedo, y las alegría se valoran mucho más.
Esa humildad donde ya no se espera nada de nadie y todo lo que vaya apareciendo nos pillará, sino preparados, al menos con un ánimo en condiciones.

Solo dependemos de nosotros mismos, lo que o significa que si se necesita ayuda se pida, pero en lo básico solo dependeremos de lo que nosotros hagamos.

Ya no nos comparamos con nadie, porque sabemos que las circunstancias personales son eso, personales. Ya no juzgaremos a nadie, porque no hemos estado con esa persona desde que nació hasta el momento en el que tomo una decisión para saber porque la tomó.

Solo estaremos el piano y yo. Nada más.
Pero eso tiene tanto que ofrecer.

No solo ser un mero espectador de las maravillas que ofrece la música, sino ser participe de su elaboración y su interpretación.

Que maravilloso es poder tocar algo que a uno le haga sentir. Lo que sea, mientras mueva sensaciones.

Cuando empecé a ver los libros con las partituras, iba buscando los títulos en internet para poder oírlas.
Siempre dije que me gustaba la música clásica, pero alguien que no sea un melómano, o casi. No sabe cuanto hay. Era un ignorante. Ahora lo soy un poquirritín menos jejeje

Bach compuso más de 1.000 obras, Vivaldí más de 700, Beethoven no tengo ni idea pero cientos, Mozart, Brahms, Tchaikosvky, Chopin, Haendel, Rachmaninov, Paganini, Wagner, Strauss, etc, etc, etc, pero esos son los que conocía antes de esto.

Ahora conozco a Czerny, a Purcell, a Scarlatti, a Cavalli, y los que me faltan.
Y voy descubriendo temas de compositores que ya conocía y que me dejan impresionado.
Como esta rapsodia de Rachmaninov sobre un tema de Paganini que seguro que muchos han escuchado alguna vez.





Y ahora descubro temas que me es imposible que me sean indiferentes, como el Winter Wind tocado por Richter.....




O el "dichoso" Fantasie Impromptu Op.66 de Chopin del que estoy enamorado y creo que es una de las piezas que a todo el que le gusta el piano le apetecería saber tocar.





Es un verdadero placer, al menos para mi, no solo tener la posibilidad de intentar aprender música y de tocar el piano (digital 😄), sino el poder disfrutar de todo lo que se descubre cuando uno inicia esta aventura.
Verdaderas maravillas por las que merece la pena estar vivo.


Por cierto, ya sé tocar a Mozart 😄 😄 😄





Un saludo.










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